Los peligros de la falta de hueso dental

La pérdida ósea provocada por enfermedad periodontal genera algunos tipos concretos de defectos óseos en los dientes que sí son regenerables mediante técnicas de cirugía regenerativa periodontal y otros no. Las dentaduras postizas si no están adaptadas al maxilar, no proporciona ningún tipo de estímulo al hueso alveolar subyacente, por lo que con los años se va reabsorbiendo el hueso dental hasta provocar el aflojamiento de la prótesis, no haciendo posible la masticación entre otras consecuencias. Los traumatismos, cuando un diente recibe un golpe o se rompe, se debilita de forma que la estimulación que transmite al hueso se detiene y si no se actúa en consecuencia comienza la reabsorción ósea dental.

Es decir, el envejecimiento, la diabetes, una enfermedad periodontal o la falta de piezas dentales pueden derivar en que el hueso de los maxilares pierda entre el 40%-60% de su altura y grosor.

En un tratamiento ortodóncico se forma hueso a la misma velocidad que se destruye. El hueso es una estructura viva, que continuamente está en un proceso de remodelación. A lo largo de la vida reabsorbemos tejido óseo viejo y creamos hueso nuevo de forma constante. Si el paciente no tiene una buena salud gingival o existe enfermedad periodontal un tratamiento de ortodoncia puede agravar la pérdida de hueso que será más rápida que la creación. No se puede tratar con ortodoncia a los paciente afectados por periodontitis.

Igualmente hemos de comentar que el paciente periodontal se puede beneficiar con un tratamiento combinado de ortodoncia y periodoncia, ya que determinados movimientos dentarios como la extrusión, la intrusión, la rotación, el enderezamiento, etc pueden ser favorables para el periodonto enfermo. También hemos de que tener en cuenta la incidencia de osteopenia y osteoporosis, en pacientes adultos por lo que habrá que realizar una densitometría ósea con el fin de averiguar si hay algún tipo de afectación en los huesos que pueda llevar a la pérdida de hueso alveolar.

La ortodoncia en la mayoría de los casos al mejorar los problemas de oclusión y apiñamientos es preventiva a la pérdida futura de hueso y recesiones gingivales al mejorar las fuerzas y cargas masticatorias y facilitar el acceso a todas las piezas dentales para su higiene.